lunes, 23 de mayo de 2011

Crítica de muestra RESAD Cabaret

La obra trataba de tres prostitutas, de las que una de ellas es ofrecida como esposa a un judío, esta se rehusa ya que está enamorada de un muchacho que se gana la vida en la calle. Las otras dos tratarán de convencerla para que acepte casarse con el judío, con el que no le iban a faltar a faltar joyas.

La escenografía era muy pobre, aunque yo creo que estaba bastante bien porque dejaba volar la imaginación, consistía en cortinas que tapaban las paredes de la sala, a la derecha una mesa con tres sillas, una botella de tequila, limones y  tres chupitos. En el centro del escenario un biombo con tres puertas, de las que las chicas saldrían al comenzar la obra. Y en en lateral izquierdo un equipo de sonido pequeño, desde el cual el narrador y a la vez actor de la obra nos narrara de una forma cómica y divertida el principio de la obra, y una guitarra, con la que hará música.

El vestuario estaba bien planteado, las chicas, que son cortesanas, llevaban un corset, que por cierto estaba muy chulo, unas braguitas y unas ligas. El muchacho llevaba un traje holandés del tipo de cantantes de tirolés, la verdad es que iba muy sexy. La representación del judío por una de las chicas, consistía en un abrigo negro , con el que la parte del cuello se tapaba la mitad de la cara y un sombrero, lo que impedía que se le viese la cara a la muchacha.

La iluminación consistía en focos que alumbraban cada zona, pero durante la obra los dos focos que habían estuvieron iluminando el escenario, pero al final solo el de la derecha queda encendido (el momento en el que las chicas están bebiendo tequila y hablando de como son las mujeres). No hay nada destacable sobre la iluminación.

En cuanto a los efectos de sonido, solo recuerdo los del principio cuando nuestro atractivo narrador comienza presentando la historia, y en la aparición que hacían las chicas.

Los actores eran solo tres,  los personajes eran muy diferentes, destacar que las tres cortesanas o prostitutas eran de diferente forma, estaba la que se dejaba llegar por el corazón, la que se dejaba impresionar con las joyas y el dinero, y la que simplemente no opinaba o apoyaba a la avariciosa. En cuanto al muchacho, hace de pervertido muy bien, pero la chica es de armas tomar y no se deja tocar, y tiene un toque de comicidad que hace mucha gracia.

En mi opinión los asientos no eran los más cómodos y según el lugar en el que te pusieses la visión afectada de una manera u otra por las columnas. la falta de inclinación en la sala también hacía que los situados detrás no pudiesen ver la muestra bien y estuviesen en continuo movimiento y a la vez incómodos.
Dentro de la mala colocación de los asientos del público la muestra fue muy entretenida y el público se fue considerablemente satisfecho.

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